En medio de la emergencia provocada por el invierno en la Región Caribe, que hoy tiene a más de un millón de hermanos sin techo, surgen héroes anónimos que nos dan ejemplo de lo que es vivir con propósito.
Un grupo de apredices del Sena Industrial en Barranquilla se dieron a la tarea de construir albergues para los damnificados. Para ello, con el apoyo de sus instructores buscaron la cooperación de empresas para obtener los materiales necesarios.
Como resultado, en menos de dos semanas, trabajando hasta 12 horas diarias, incluyendo sábados y domingos, estos jóvenes entregaron las primeras estructuras de los albergues para los refugiados en Candelaria (sur del Atlántico).
En total, con los materiales que tienen están construyendo 16 albergues. Ellos tienen la intención de construir muchos más, aunque requieren materiales que puedan aportar los industriales.
Cada crisis genera oportunidades. Este duro momento que viven nuestros hermanos, ha permitido que surjan liderazgos como el de los aprendices del Sena, que aún estando en vacaciones, no han tenido límites para colocarse al servicio de las personas que más lo necesitan.
Para nosotros, estos jóvenes del SENA, constituyen ejemplo de solidaridad y servicio a los demás; representan a los héroes anónimos que están generando los grandes cambios en el caribe colombiano.
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